- “La separación familiar, la pérdida de trabajo y tranquilidad, el miedo, la frustración y la desesperación son algunas de las consecuencias vinculadas con los cambios a la dinámica migratoria internacional”.
Toluca, México.- Ante el endurecimiento de las políticas migratorias del gobierno de Donald Trump, el fenómeno de migración sin documentos de la población rural mexicana hacia Estados Unidos está en una nueva fase, consideró Ana Jardón Hernández, especialista del Centro de Investigación y Estudios en Movilidades y Migraciones Internacionales (CIyEMMI) de la Universidad Autónoma del Estado de México.
La universitaria explicó que los migrantes rurales no documentados tienen la percepción de que “ya no se quiere al mexicano en Estados Unidos”, por lo que cruzar no les representa, en este momento, una garantía de estabilidad económica.
Indicó que ocurre una transición hacia una nueva fase migratoria. Ahora no basta con cruzar, se debe tener desde antes de hacerlo un trabajo en ese país. De igual manera, se considera permanecer allá el mayor tiempo posible, ya que no es posible ir y venir, como ocurría en décadas pasadas.
“La separación familiar, la pérdida de trabajo y tranquilidad, el miedo, la frustración y la desesperación son algunas de las consecuencias vinculadas con los cambios a la dinámica migratoria internacional”.
Estas circunstancias, refirió la investigadora, motivan que los migrantes no documentados generen diversas acciones conjuntas que les den garantías de sustento y seguridad en sus hogares durante su estancia en Estados Unidos.
Finalmente, Ana Jardón Hernández consideró necesario que el gobierno mexicano realice diagnósticos de las diferentes zonas expulsoras de migrantes hacia Estados Unidos y con base en ellos, genere políticas públicas particulares ante las necesidades que tiene cada localidad, ya que el arribo de deportados es constante y su retorno al país vecino del norte se dificultad cada vez más.
