- Pensar la forma de pago de cada compra puede impactar de forma positiva en las finanzas de las personas
- Ante esta disyuntiva es importante considerar algunos factores para elegir la mejor forma de pago
- Rocket. la nos da algunas recomendaciones para saber qué elegir, si pagar de contado o a meses
En ocasiones, cuando estás a punto de pagar por un producto o servicio te preguntan: ¿su compra es de contado o a meses o a meses sin intereses? Y es justo en ese momento cuando comenzamos a buscar respuestas inmediatas para tomar la mejor decisión.
Para resolver esta incógnita lo primero que debemos cuestionarnos es analizar la situación financiera por la que atravesamos, es decir, poner como principal factor la capacidad de pago que tenemos al momento de adquirir un bien o servicio.
“Este tipo de decisiones influyen de manera directa en nuestro historial crediticio, el cual es un reflejo de cómo nos administramos. Ante la disyuntiva de pagar al contado o a meses no hay un respuesta general, ya que ésta siempre dependerá de la capacidad de pago y metas financieras de cada usuario en determinado momento, porque incluso para una persona hoy puede funcionar pagar de contado y dentro de algunos meses (cuando su situación financiera cambie) esta opción puede ya no ser viable”, explica Daniel Rojas, CEO de Rocket.la, plataforma que brinda asesoría financiera gratuita con el objetivo de impulsar la inclusión y movilidad financiera.
Las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indican que el país 19.7 millones de hogares tienen una deuda en créditos, lo cual habla de la importancia de mantener una buena condición financiera para hacer frente a los compromisos que adquirimos.
Para tomar la mejor decisión entre pagar de contado o a crédito, Rocket.la sugiere tomar en cuenta las siguientes consideraciones:
1. Gastos cotidianos van de contado
Una comida, un paseo, botanas, refrescos y otro tipo de compras similares es preferible pagarlas de contado, ya que se trata de gastos que podemos superar sin contratiempos, no genera intereses y con ello eliminamos deudas a futuro.
“En algunos casos hay negocios que ofrecen descuentos por pagar de contado; sin embargo, la liquidez también se reduce y esto puede ser fundamental al momento de presentarse una emergencia financiera que puede complicarse si no se cuenta con un fondo para estos casos”, detalla Moisés Márquez, Líder de Datos y Modelos de Rocket.la.
2. Gastos en bienes duraderos pueden financiarse a meses
Una de las principales ventajas de pagar a meses sin intereses es que tienes la posibilidad de adquirir un producto que no podrías obtener en un solo pago. Este tipo de compras deben realizarse para bienes duraderos, es decir, objetos que tendrán un uso considerable y que tras concluir los plazos del financiamiento seguiremos ocupando, como una computadora para trabajar y/o estudiar, una lavadora, estufa, microondas, etc. Lo ideal es evitar productos de consumo que sólo nos endeuden sin dar un valor agregado.
Según la última Encuesta Nacional sobre las Finanzas de los Hogares, elaborada por el INEGI, en México del valor total de la deuda en los hogares, el 11.5% se refiere a tarjeta de crédito y 8.4% a crédito de nómina.
Lo más importante a considerar durante este tipo de compras es que algunas pueden cubrirse a meses sin intereses y otras generarán un cargo adicional que estará vigente durante todo el periodo del crédito.
“Antes de hacer una compra a meses hay que tomar en cuenta ciertos factores como la generación de intereses, si es que los hay, plazos del financiamiento, capacidad de pago, entre otros rubros. Un crédito bien utilizado puede ayudarnos a enfrentar una adversidad económica y a adquirir bienes necesarios sin que el pago implique quedarse sin liquidez”, argumenta Moisés Márquez.
Finalmente, el CEO de Rocket.la sugiere que al realizar una compra a meses (con o sin intereses) se tome en consideración no superar el 30% de la capacidad crediticia, ya que es importante cubrir con los pagos de forma oportuna sin sobre endeudarse y mantenerse por debajo de este porcentaje da pie a que los bancos aumenten gradualmente la línea de crédito.
“Aunque en ocasiones la decisión de comprar de contado, a meses o a meses sin intereses es compleja, la respuesta va directamente ligada a nuestra capacidad de pago. Una compra inteligente es aquella que puede hacerse sin provocarnos sobreendeudamientos y a la vez nos genere un historial crediticio favorable para futuras adquisiciones”, concluye Daniel Rojas.