Samuel Estrada
La Selección Mexicana de futbol cruza por uno de sus peores momentos en la historia. Hace algunos días, llegó a su fin la eliminatoria mundialista del área de Concacaf, que dio como resultado el medio boleto disponible para México en el Hexagonal, equipos como Estados Unidos, Costa Rica y Honduras se clasificaron de manera directa al mundial de Brasil 2014.
México, por su parte, tendrá que viajar por más de veinte horas hasta Nueva Zelanda, el próximo 14 y 20 de Noviembre, para disputar la última oportunidad de asistir a la máxima justa mundialista.
Al cierre de esta edición con el timón de mando tambaleando en manos de Víctor Manuel Vucetich, se consideraba el casi hecho de que Miguel “Piojo” Herrera lo relevaría.
Así, el llamado tricolor intentará acceder al selecto grupo de 32 selecciones que a mediados del siguiente año competirán por un solo objetivo, La Copa FIFA 2014.
El combinado nacional deja una brecha muy extensa entre afición y su futbol mostrado, la falta de gol, de carácter y ganas por conseguir mejores resultados a lo largo de los cotejos disputados, tanto en casa como visita, pone en duda la credibilidad que el sector aficionado tiene con el cuadro mexicano.
La selección nacional consiguió 11 unidades quedando en el cuarto peldaño de la clasificación, sólo por encima de Panamá y Jamaica.
Con ese antecedente, los aficionados de la Selección Mexicana tenemos la esperanza, aún, de poder entrar al Mundial 2014; ojalá y los jugadores abandones la soberbia que les ha invadido y alcancen una buena armonía con quien tome el timón del equipo tricolor.