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¡Urge restaurar el seguro agrícola catastrófico!

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Por: Javier Palafox Padilla

Al campesino le sigue lloviendo sobre mojado, pues a pesar de la falta de apoyos de los tres niveles de gobierno, la ausencia de lluvias en el temporal, y las crisis económica y sanitaria derivada de la pandemia, ahora que las cosechas se habían medio logrado (a pesar de todo), en los primeros días del mes de octubre nos cayeron las heladas. Dejando una afectación en los cultivos de pérdida total en su mayoría principalmente de maíz, en la Zona Norte del Estado de México, los estados de Hidalgo, Querétaro y otros en el norte del país.

A consecuencia de esta catástrofe, los antorchistas nos dimos a la tarea de visitar las delegaciones de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) de la región de Atlacomulco y de la región de Jilotepec, y la respuesta que recibimos es que ya no cuentan con presupuesto para poder atender dicha situación, que incluso los programas que se están bajando a los productores han tenido dificultades para aterrizarse cabalmente, pero que podíamos tocar la puerta de le Delegación Estatal y de la misma Secretaría a nivel federal. Cabe destacar que se nos atendió sin dilación alguna y de buena manera por los encargados de dichas dependencias.

Este año el gobierno federal canceló el Seguro Agrícola Catastrófico, desprotegiendo al campo ante los casos de heladas o sequías. Nos quedamos “a la buena de Dios”, al dejarnos sin recursos para proteger las cosechas, pues la Sader prácticamente no tiene programas para el campo. En su intento por impulsar la autosuficiencia alimentaria, el desarrollo incluyente, productivo y sostenible, estableció cuatro programas “estratégicos”: 1. Producción para el Bienestar (antes llamado PROCAMPO); 2. Precios de Garantía a Productos Alimentarios Básicos; 3. Crédito Ganadero a la Palabra; y 4. Fertilizantes (destinado únicamente al estado de Guerrero). Pero los cuatro programas no se han materializado en el surco de la parcela y en el ganado de los productores más pobres.

En el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) de este año, a pesar de que tuvo un incremento de 4.6%, se hicieron graves recortes al sector agropecuario, a la Sader se le redujo casi el 30% de su presupuesto en comparación con 2019, dejándola con 47.5 mil millones de pesos, ¡el presupuesto más bajo en tres sexenios! Teniendo como consecuencia la falta de cobertura de sus programas en el campo mexicano, incluso un recorte del 75% al gasto corriente de la secretaría, provocando el cierre de muchas oficinas y las renuncias y despidos masivos del personal por el atropello a sus garantías laborales. Lamentablemente a la Sader se le ha venido desmantelando en estos dos años de la “cuarta transformación”.

A contrario sensu del objetivo de la secretaría, actualmente tenemos un craso retroceso en la producción agrícola y ganadera, no tenemos autosuficiencia alimentaria, importamos casi el 80% del maíz que consumimos, el 80% del arroz, el 59% del trigo y el 94% de la soya, somos el segundo importador de cereales del mundo y el primer comprador de maíz de Estados Unidos. No tenemos soberanía alimentaria, pues de los alimentos que consumimos importamos el 43% y producimos el 57%, cuando el mínimo recomendado debe ser el 75%. El campesinado está destinado al desclasamiento social, pues la gran mayoría está reducido a la producción de autoconsumo, y otros terminan por abandonar el trabajo del campo y buscar empleo en otra cosa, o probar suerte en el norte (el sueño americano); por tanto, podemos asegurar que así como en a la Sader, también se está desmantelamiento al campo mexicano, causando la extinción del campesino.

Es necesario que se fortalezca con un presupuesto basto y suficiente, que le permita al agricultor desarrollar su actividad ampliamente, no sólo para el autoconsumo, sino para convertirse en un vendedor competente en el mercado. Esto no se logrará si no se operan acertadamente dichos apoyos en los sectores rurales más desprotegidos del país, para mitigar los daños ocasionados por las diversas contingencias climatológicas y los desastres naturales, ya que estos afectan en mayor proporción a poblaciones más vulnerables y contribuyen a acrecentar los ciclos de pobreza; por eso se debe contemplar en el presupuesto de la Sader un recurso aplicable a dichas circunstancias. ¡Urge restaurar el Seguro Agrícola Catastrófico!

Pero en lugar de estas acciones ¿qué tenemos hoy? Por una parte, la supresión de 109 fideicomisos, entre ellos los creados para apoyar la investigación científica y técnica, la educación, el deporte de alto rendimiento, las actividades culturales, la cinematografía, los desastres naturales (FONDEN), etc. Y, por otra parte, la creación de nuevos impuestos, algunos tan atroces y exagerados como el fijado a los productos de higiene femenina (toallas sanitarias, etc.), y el impuesto a la telefonía celular y el internet, justo ahora que la educación en todos los niveles es impartida a través de la red, ¡que oportunos! ¿Y qué pretende hacer el gobierno con el dinero que se destinaba a los fideicomisos y con lo que recaudará de los impuestos (nuevos y viejos)? Compra de conciencias, es decir, asegurar los 30 millones de beneficiarios directos de sus programas sociales estrellas, para que en las próximas elecciones vayan a votar como zombis por los candidatos de MORENA y la 4T, y así perpetuar su dictadura y el saqueo que están haciendo al erario público con el pretexto del “combate a la corrupción”, cuando ellos resultaron igual o más corruptos que los que gobernaban antes.

Y en cuanto al tema del Covid-19, al día de hoy (24 de octubre), estamos en el lugar número 9 de 184 países monitoreados por la Organización Mundial de la Salud con 880,775 casos confirmados, y un total de 88,312 muertes. Datos crecientes que no se pueden revertir, pero que tampoco se ve que quieran frenar por las autoridades de la salud, pues los intentos de justificación del Secretario de Salud Jorge Alcocer Varela en su comparecencia ante el Pleno de la Cámara de Diputados, y la actitud sínica y descarada del Dr. López Gatell ante el Congreso de la Unión y a los reclamos y alusiones en los discursos de los legisladores de la oposición, son el reflejo de la posición inhumana de quien manda desde palacio nacional.

Nosotros seguiremos trabajando en la organización del pueblo de México, en llamarlo a la unión, a la fraternidad y la lucha ante las arbitrariedades del régimen del presidente López Obrador y su 4T, hasta lograr convertir el oscuro panorama nacional en uno nuevo lleno de prosperidad. Si los diputados de la 4T quieren parar el atolladero que están haciendo a nuestra patria y cambiar la ruta del desfiladero y llevarnos hacia la el verdadero progreso, entonces tienen que aterrizar en la discusión del PEF los 4 ejes de nuestra propuesta de modelo económico: 1. Empleo para todos los mexicanos que no tienen una fuente de ingresos estable; 2. Salarios dignos y remuneratorios para cubrir las necesidades básicas, desde la alimentación hasta la recreación; 3. Impuestos progresivos para el pueblo trabajador, menos para los pobres y más para los megamillonarios y 4. Distribución del gasto público en obras y servicios para las colonias y pueblos marginados y apoyo al campo. Sé que es mucha fantasía pensar que los lacayos de AMLO nos harán caso y que #MORENA rescatará a México, descarto dicha situación. Pero que quede constancia, de que les seguimos haciendo el llamado a que dejen de solapar las atrocidades del Poder Ejecutivo, y que desquiten el cargo que se les confío, de lo contrario, en junio de 2021 el Congreso de la Unión se teñirá de cualquier color, menos de guinda.